Control de calidad en almacenamiento refrigerado
NAUTIZ X3 mejora el control de calidad de las instalaciones de almacenamiento refrigerado
Desafío
Obtener un registro fiable de los datos relativos al control de calidad para productos cárnicos en condiciones húmedas, frías y refrigeradas.
Solución
Controlar los productos refrigerados mediante el dispositivo Nautiz X3 de Handheld, un lector robusto de códigos de barras y de recopilación de datos.
Resultado
Un ahorro muy significativo en tiempo y costes para Fridosa, así como una oferta de mayor calidad.
Con NAUTIZ X3 Fridosa distribuidor cárnico boliviano guarda datos de calidad de productos refrigerados, ahorra tiempo y mejora calidad.
Fridosa, un distribuidor cárnico boliviano, está controlando y minimizando el impacto climático sobre sus productos almacenados en frío con el Nautiz X3, un lector de código de barras robusto del Grupo Handheld. Con esta computadora compacta portátil, los empleados encargados de realizar los inventarios pueden disponer cómodamente de una base de datos del producto muy detallada que mejora el control de calidad. El hecho de haber cambiado unas unidades poco fiables por un dispositivo robusto de recopilación de datos se ha traducido en un mejor producto para los consumidores y ha supuesto, también, un ahorro importante de tiempo para Fridosa, así como la posibilidad de preservar beneficios.
Fridosa, con sede en Santa Cruz de la Sierra, es el mayor exportador cárnico de Bolivia. Su oferta incluye cortes de carne, hamburguesas, milanesas, salchichas y aperitivos de patatas. Para poder continuar su tradición de ofrecer productos cárnicos de gran calidad, el personal encargado de realizar los controles de calidad en Fridosa está utilizando la computadora robusta portátil Nautiz X3 para hacer un seguimiento y registrar el peso de los productos cárnicos a lo largo de toda la cadena de suministro.
Se trata de una forma muy efectiva de identificar un entorno de almacenamiento complejo, ya que la carne se seca y mengua cuando se expone a temperaturas fluctuantes y condiciones de humedad. A pesar de que se considera normal una reducción mínima, una pérdida de peso que sea superior a un cierto umbral, indica un problema climático que debe solucionarse.
Los empleados de Fridosa solían controlar los datos relativos al inventario y al control de calidad de forma manual. Posteriormente, introdujeron un sistema de gestión de inventario informatizado. Este sistema permitió ahorrar tiempo ya que elimina el papeleo y los cálculos manuales, si bien también acarreó problemas significativos. A diferencia de la mayoría de los cortes de carne, que prosperan en ambientes húmedos y extremadamente fríos, la mayoría de computadoras no sobreviven.
Un “cadena de frío” ardua
“Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las computadoras en entornos extremadamente fríos es la condensación de aire en el interior del equipo, así como la interrupción del funcionamiento”, afirma Eduardo Arce, director de producto de Neologic, un proveedor de servicios de tecnología de la información y distribuidor de Handheld en Santa Cruz de la Sierra.
Fridosa mantiene unas condiciones de almacenamiento que oscilan entre el 90 y el 95% de humedad, con temperaturas que se sitúan entre los 0 y los 3 grados centígrados (entre 32 y 37 grados Fahrenheit) para productos refrigerados, y con temperaturas de hasta 20 grados centígrados bajo cero (4 grados bajo cero Fahrenheit) para los productos congelados.
La humedad y la condensación ocasionadas por las temperaturas fluctuantes, como entrar y salir de los armarios de almacenamiento en frío, pueden provocar cortocircuitos peligrosos en el equipo informático, y las temperaturas extremadamente frías acortan la vida útil de las baterías convencionales.
“Hemos intentado implementar controles automatizados con equipos informáticos convencionales. Sin embargo, estos equipos no resisten las condiciones ambientales extremas y se deterioran rápidamente”, afirma Oscar Aguilera, director de sistemas de Fridosa.
Un corte superior a los demás
Frustrados con los equipos informáticos convencionales y con pocas ganas de volver a los controles manuales de inventario, Aguilera y su equipo se pusieron en contacto con Neologic para analizar la opción de las computadoras robustas. Fridosa necesitaba una computadora compacta portátil, con funciones de lectura de códigos de barras, capacidad para funcionar en condiciones de humedad y bajas temperaturas y que se pudiera conectar de forma inalámbrica con otros dispositivos.
“Neologic nos presentó los precios de las diferentes marcas y descubrimos que el dispositivo robusto de lectura de códigos de barras Nautiz X3 se ajustaba perfectamente a nuestras necesidades, tanto en características como en precio”, afirma Aguilera.
El Nautiz X3 es pequeño y fácil de utilizar con una sola mano. Ha sido diseñado específicamente para poder utilizar aplicaciones robustas en los entornos más adversos del planeta y, además, cumple con los estándares del ejército de los EE.UU, con capacidad para afrontar temperaturas extremas, humedad e impactos continuados. Su clasificación IP65 significa que también está protegido contra el polvo y el agua, cualidades muy importantes en un entorno industrial. Esta computadora portátil compacta incorpora de serie un lector de códigos de barras y una batería que dura todo el día con una única recarga.
El equipo operativo de Fridosa empezó a utilizar un dispositivo Nautiz X3 en sus instalaciones de producción. Después de un periodo de prueba, la compañía decidió comprar cinco dispositivos adicionales. Aguilera afirma que es fácil utilizar los escáneres robustos de lectura de códigos de barras y que la tecnología se integra perfectamente en el entorno de TI actual de Fridosa.
Mejor control de calidad con tecnología robusta
Cuando llegan los envíos de productos cárnicos de los granjeros locales a las instalaciones de Fridosa, se introducen en cámaras refrigeradas, se cortan en cuatro piezas y se etiquetan. Los empleados encargados del inventario utilizan el lector de códigos de barras del Nautiz X3 para leer las etiquetas de las piezas y registrar la información en una base de datos. A continuación, las piezas se pesan para que las básculas digitales puedan enviar los datos de pesaje al servidor de Fridosa. El Nautiz X3 lee estos datos desde el servidor y los almacena localmente.
El proceso de pesaje se repite antes de introducir la carne en los vehículos para su distribución. Los empleados encargados del inventario pueden, en cualquier momento, consultar la información identificativa del animal, así como el tipo de corte, el peso y la fecha y hora de cada lectura, directamente en el colector de datos. El Nautiz X3 y la base de datos local de Fridosa se intercomunican para almacenar toda esta información en el programa de software de planificación de recursos de la empresa (ERP).
Ahora, los empleados pueden utilizar la computadora portátil para identificar cualquier reducción en el tamaño del producto en varios puntos durante su procesamiento y almacenamiento y Fridosa puede controlar de una forma más eficaz sus entornos de almacenamiento en frío, para poder suministrar el mejor producto posible. Los cortes de carne mantienen mejor el color, el aspecto, la textura y el sabor en estas condiciones; y, ya que el precio depende del peso, la posibilidad de preservar la masa de cada pieza es importante para Fridosa.
“Con el lector robusto de códigos de barras del Nautiz X3, hemos creado un mejor sistema de control de inventario y hemos obtenido un ahorro significativo a la hora de controlar la reducción de tamaño de nuestros productos”, afirma Aguilera.
A pesar de que Fridosa ha conseguido un gran éxito en la industria de la alimentación, el esfuerzo realizado para mejorar mediante la introducción de dispositivos de recopilación de datos demuestra que la preservación es un arte en sí mismo, ya sea para preservar los alimentos que se venden o para preservar tiempo y obtener beneficios.