Batiendo marcas con la tecnología móvil
Computadores durables optimizan el entrenamiento y ahorran tiempo
Desafío
Encontrar un ordenador que sea capaz de recopilar datos en tiempo real, independientemente de las condiciones meteorológicas, para que los entrenadores del equipo sueco de biatlón puedan centrarse únicamente en sus atletas.
Solución
El robusto y ligero Algiz XRW de Handheld.
Resultado
Recopilación de datos precisos y ordenadores resistentes que optimizan el entrenamiento y ahorran tiempo durante la competición.
Los ordenadores robustos optimizan los entrenamientos y la dirección técnica del equipo sueco de biatlón durante la competencia
Sus esquís surcan con fuerza la nieve y el hielo mientras se aproximan al área de tiro con un solo objetivo en mente: disparar balas y acertar en una serie de pequeños blancos, a una distancia de 50 metros. Estos maestros de la precisión y la velocidad son los biatletas, atletas que disputan competiciones que combinan el esquí y el tiro al blanco denominadas biatlón.
La caza con esquís no es ninguna novedad. Como confirma el Comité Organizador de la Copa del Mundo de Biatlón, ya se encontraron vestigios de cazadores con esquís en pinturas rupestres que datan del año 3000 AC. Sin embargo, hace 5.000 años, nadie necesitaba ni se preocupaba de hacer un seguimiento de la velocidad exacta ni de elaborar estadísticas precisas durante la caza, ni transferir dichos datos a lo largo de miles de kilómetros de terreno helado en tiempo real. Los participantes cazaban para sobrevivir y no para practicar deporte.
Hoy en día, no obstante, para los biatletas de competición, todos los segundos y todos los milímetros son importantes. Es por ello que los entrenadores del equipo sueco de biatlón se propusieron encontrar una solución tecnológica que pudiera soportar cualquier condición meteorológica, así como para las condiciones más duras de manejo durante los entrenamientos y la competencia. Descubrieron que existían cualidades como la potencia, la precisión y la capacidad para rendir en cualquier ambiente que no solo eran fundamentales para sus atletas sino que también debían incorporarse a la tecnología que los ayudara a llevar a su equipo hacia la victoria.
Dirección técnica durante la competencia
Durante la competición, los entrenadores de biatlón salen a la pista para dirigir a sus atletas. A menudo, se les puede ver corriendo por las pistas y controlando el área de tiro para acumular datos relativos al rendimiento de los esquiadores y comunicárselos mientras compiten.
Los entrenadores utilizan ordenadores para recopilar los tiempos antes de que sean oficiales y obtener datos más específicos que aquellos. También registran todos los detalles relativos a la precisión de tiro de los biatletas, que muestran colocando imanes en los tableros y que han sido diseñados para parecerse a los blancos. Los biatletas, al pasar, pueden ver los tableros con los blancos y los tiempos conseguidos.
Al ser un evento que se practica al aire libre y en toda clase de condiciones meteorológicas, el biatlón presenta ciertos desafíos a la hora de registrar estos importantes datos. A pesar de que, durante la temporada de invierno, las pistas deben afrontar todo tipo de inclemencias meteorológicas, las sesiones de entrenamiento, durante la pretemporada, son menos adversas. Si a ello añadimos la fuerte luz solar que impera en los Alpes y que puede dificultar el visionado de la pantalla del ordenador, también hay que incluir los frecuentes cambios de temperatura que provoca pasar continuamente de un lugar cerrado a otro al aire libre y cuyas consecuencias pueden resultar desastrosas para la mayoría de los dispositivos.
“Solía utilizar mi ordenador habitual. Pero, cuando llovía, la cosa se complicaba”, explica Johan Hagström, director del primer equipo masculino. “A lo largo de los años, he llegado a romper varios ordenadores”.
Hagström y su equipo tuvieron que recurrir a unas medidas drásticas para proteger sus dispositivos: “Para evitar la lluvia, la nieve y las bajas temperaturas, los entrenadores tenían que abrigarse y utilizaban cajas de cartón para cubrir los ordenadores y, a la vez, debían comunicarse con los esquiadores y mostrarles el tablero de disparos procurando no romper el ordenador”, recuerda.
Al cabo del tiempo, empezaron a probar las tablets comerciales, pensando que serían más fáciles de transportar, aunque no fueron capaces de recopilar la misma cantidad de datos que un notebook u ordenador portátil. Decidieron volver a utilizar sus portátiles, pero los problemas persistían.
Una solución tecnológica apta para todas las condiciones meteorológicas
Pronto, el equipo pensó en una solución a largo plazo, una solución que facilitara poder centrarse en los atletas y no perder el tiempo con otros problemas. Su búsqueda les condujo al Algiz XRW, un ordenador tipo notebook robusto de Handheld, que introdujeron a principios de la temporada de invierno de 2012.
Al igual que el biatlón, el Algiz XRW destaca por su resistencia, velocidad y precisión. Se trata de un notebook compacto, delgado y muy robusto, lo que significa que ha sido diseñado para poder afrontar todas las condiciones meteorológicas, incluyendo las temperaturas más extremas, el agua y la exposición al polvo. Incorpora un pantalla táctil de 10,1 pulgadas que se puede visionar tanto en interior como con luz solar directa. Con un peso de tan solo 3,5 libras (1,6 kg) es suficientemente ligero e incorpora una gran velocidad de procesamiento y conectividad Wi-Fi, necesarias para recopilar y transmitir datos.
Utilizando el Algiz XRW y Microsoft Silverlight, una aplicación basada en la nube que recopila y muestra resultados en tiempo real, los entrenadores pueden proporcionar a sus atletas toda la información necesaria para valorar su progreso y planificar estrategias para la competición.
La tecnología robusta optimiza la dirección técnica durante la competencia
Durante la competición, normalmente se habilitan tres zonas para que los entrenadores puedan dirigir a sus atletas. Cada estación dispone de una conexión inalámbrica a Internet, lo que permite enviar todos los datos relativos al rendimiento de cada uno de los atletas a los entrenadores que hay distribuidos por la pista. Los entrenadores utilizan estos datos para comunicar a los esquiadores los tiempos conseguidos. Pero el Algiz XRW es capaz de mucho más.
“Desde el principio, pensé “podemos utilizar este dispositivo para las competiciones. Es fantástico”. Nos dimos cuenta, también, que se podía utilizar para otros menesteres, como en los entrenamientos”, explica Hagström.
En la actualidad, durante las sesiones de entrenamiento, el entrenador ya puede instalar un dispositivo de medición en el gatillo del rifle del biatleta. Este dispositivo detecta “la curva de fuerza”, una medición de la velocidad y precisión con la que el biatleta aprieta el gatillo, y cuyos datos luego envía al ordenador mediante Wi-Fi. Esto ayuda a los entrenadores a identificar las zonas problemáticas y a trabajar técnicas extremadamente específicas.
A la hora de afrontar todo tipo de inclemencias meteorológicas, el Algiz XRW rinde a la perfección; ya no son necesarias las cajas de cartón.
“Este notebook es lo suficientemente robusto como para ser utilizado en cualquier situación y tiene la capacidad necesaria para recopilar toda la información que los entrenadores requieren en la pista”, dice Hagström. “Hemos podido utilizarlo en varias zonas de entrenamiento y durante la competición para optimizar y mejorar la eficacia”.
¿Dicho de otro modo? Apretar el gatillo ha sido una buena decisión.